La sexualidad en el ciclo de nuestra vida. Parte II

La sexualidad en el ciclo de nuestra vida. Parte II

Como hemos visto, la sexualidad esta presente en nuestra infancia y adolescencia. Esto no cambia cuando somos jóvenes o adultos. Veamos como es la sexualidad en esta parte de nuestro ciclo de vida.

SEXUALIDAD EN LA JUVENTUD: 21 a 30 años

A partir de los 21 años, nuestro comportamiento y ánimo se hacen más estables. Aclaramos dudas sobre quiénes somos y qué queremos ser. Intentamos conocer más del mundo y aportamos ideas. La comunicación familiar puede seguir siendo difícil, pero poco a poco la iremos recuperando. Nuestras relaciones amorosas continúan siendo intensas y poco duraderas, aunque con el tiempo se hacen más estables. La actividad sexual es parte de nuestra vida y para entonces debemos saber cómo disfrutarla plenamente, sin riesgo de embarazo, maternidad y paternidad no planificadas, infecciones de transmisión sexual o violencia. También en esta etapa fortalecemos nuestro proyecto de vida y queremos avanzar: estudiamos, trabajamos y proyectamos nuestra independencia económica.

Durante la juventud debe continuar favoreciendo la comunicación y la relación afectiva con su hija e hijo. Es positivo estar atento a sus decisiones, valores, habilidades y metas, para apoyarlo en el momento oportuno. La asertividad sigue siendo la clave para motivar decisiones responsables y de beneficios para ellas y ellos.

SEXUALIDAD EN LA EDAD ADULTA: 31 a 64 años

En la edad adulta buscamos la estabilidad económica y el desarrollo de nuestra vida en general. Las relaciones con nuestra familia, pareja y amistades son más positivas. La decisión sobre la maternidad y la paternidad suelen ser más objetivas y responsables. Lo que buscamos a esta edad es sentirnos plenos en el aspecto personal, social y sexual. Algunas personas pueden sentir culpa y ser inestables, en especial si no tuvieron una sexualidad sana durante las etapas anteriores. Alrededor de los cincuenta años, las mujeres viven la menopausia, que puede producir cansancio y malestar físico; mientras los hombres experimentan la andropausia, que puede disminuir el interés sexual y dar inestabilidad emocional. Pero, en general, mujeres y hombres continuamos disfrutando de nuestra vida y sexualidad.

SEXUALIDAD EN LA EDAD ADULTA TARDÍA: 65 años en adelante

La sexualidad seguirá presente después de nuestros 65 años. Para quienes viven en pareja puede implicar un reencuentro, una separación o un redescubrimiento. Para quienes están separados o solteros puede implicar la búsqueda de una pareja o confirmar su decisión de vivir solos. Algunas personas reduciremos nuestro ritmo de trabajo y buscaremos más tiempo libre. Podremos seguir disfrutando de la ternura, el amor y el placer, manteniéndonos sexualmente activos. A esta edad continuamos teniendo intereses diversos, requerimos de privacidad y de disfrutar de nuestra intimidad.

Durante las etapas de adultez y adultez tardía, su hija o hijo debe comprender que usted tiene sus propios intereses, manera de vivir y metas que alcanzar, por lo que el compartir con sus nietos o nietas no debe convertirse en una obligación, sino debe ser un deseo libre bajo las condiciones que usted considere más le convengan. Y, por supuesto, su privacidad e intimidad, no deben ser motivo de conflicto con su hija o hijo. Realmente, usted es libre de hacer lo que mejor considere para su vida y el disfrute de su sexualidad.

En conclusión, la sexualidad no es específica de una etapa del ciclo de nuestra vida. Habrán características que tendremos comunes a otras personas, pero también aspectos que nos van a diferencias y que nos harán vivir la sexualidad de manera diversa. La sexualidad la experimentaremos a lo largo de nuestra existencia y se integra a todo lo que somos. Por eso, es importante que usted, su hija y su hijo aprendan a vivirla plenamente y con responsabilidad.

¿Sabía que la educación integral en sexualidad es una oportunidad para la vida?

Consulta: La sexualidad a lo largo de las distintas etapas evolutivas, de P. Cuéllar.