Hace unos días me llegó esta pregunta a mi correo: ¿A qué edad inicia la sexualidad?
Empecemos diciendo, que la mayoría de personas enmarcan la sexualidad en la adolescencia. Quizá porque los cambios son más evidentes a esta edad: el carácter de chicos y chicas es variable, sus opiniones no concuerdan con las de su familia y sus profesores, se enojan con facilidad, quieren ser independientes y no reconocen su cuerpo. También sienten sensaciones raras, les interesan otras personas y quieren respuestas a muchas preguntas sobre esos «cambios extraños y otros relajos».
Pero lo cierto es que la sexualidad está presente a lo largo del ciclo de nuestra vida. Durante nuestra infancia, adolescencia, juventud, adultez y adultez tardía. Les cuento un poco a continuación.
SEXUALIDAD EN LA INFANCIA: 0 a 10 años
Desde el nacimiento, experimentamos sensaciones al recibir las caricias de nuestra madre, padre o persona que nos cuida y protege. En ese momento iniciamos una relación afectiva con ellos. A partir de los 2 años vivimos un período de aprendizaje y desarrollo: empezamos hablar, a gatear, a caminar, a comprender ideas, a leer y a descubrir las partes de nuestro cuerpo, incluidos nuestros órganos sexuales externos. Así que no es extraño que juguemos con éstos, pero nuestro interés no es genital ni es un interés sexual como el de los adultos. Es curiosidad y descubrimiento de nuestro cuerpo y de las sensaciones que nos produce. En esta etapa empezamos a diferenciar entre mujer y hombre y aprendemos el rol femenino y masculino por imitación de mamá, papá y otras personas que nos rodean. Entre los 6 y 10 años formamos grupos solo de niñas o solo de niños. Y al final de la etapa de infancia, nuestros cuerpos empiezan a cambiar y poco a poco llegamos a la adolescencia.
Durante la infancia es importante que niñas y niños reciban ternura, cariño y afecto para que aprendan de sus cuerpos en un ambiente tranquilo y comprensivo, sin censura y llamadas de atención innecesarias. En esta etapa deben aprender a querer y cuidar su cuerpo, así como protegerlo de personas que quieran hacerles daño. La niña y el niño van hacer preguntar a su persona de confianza, por tanto esa persona debe darles una respuesta honesta, clara y sencilla. Si no tiene la respuesta, puede explicar a la niña o el niño que va a leer o a consultar para luego responderle, pero no dejarlo con la duda.
SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA: 11 a 20 años
Llegados a la adolescencia nuestro cuerpo, forma de pensar y de relacionarnos cambia. La diferencia entre el cuerpo de la mujer y el hombre se acentúa. Experimentamos curiosidad y confusión. Somos más críticos con nuestro entorno y quizá tendremos algunas dificultades de comunicación con nuestra familia. Nos acercamos a personas como nosotros, formamos nuestro grupo y tendremos alguna súper amistad. Aumentamos el conocimiento de nuestro cuerpo, lo tocamos y tenemos la oportunidad de conocer sus reacciones para controlarlo y protegerlo. En su momento viene la menstruación a las chicas y la eyaculación se da en los chicos. También puede que nos atraiga alguien y nos enamoremos. Más adelante, la actividad sexual será una posibilidad, al igual que el embarazo, si no conocemos nuestro cuerpo, sus reacciones y cómo cuidarlo. Los cambios de ánimo nos van a tomar por sorpresa y también a los demás. Vamos a querer ser más independientes, tratar de vernos mejor y nuestra personalidad irá tomando forma.
Durante la adolescencia, la asertividad es la clave para que una chica o un chico esté interesado en escuchar, valorar sus capacidades e identificar las ideas erróneas y las decisiones responsables. La educación sexual iniciada durante la etapa de la infancia se intensifica en la adolescencia, así que hay que invertir tiempo para compartir, escuchar y hablar con tranquilidad, objetividad y sin prejuicios. Hay que tomar en cuenta que a veces los detalles simples y pequeños son los que más cuentan.
SEXUALIDAD EN LA JUVENTUD: 21 a 30 años
A partir de los 21 años, nuestro comportamiento y ánimo se hacen más estables. Aclaramos dudas sobre quiénes somos y qué queremos ser. Intentamos conocer más del mundo y aportamos ideas. La comunicación familiar puede seguir siendo difícil, pero poco a poco la iremos recuperando. Nuestras relaciones amorosas continúan siendo intensas y poco duraderas, aunque con el tiempo se hacen más estables. La actividad sexual es parte de nuestra vida y para entonces debemos saber cómo disfrutarla plenamente, sin riesgo de embarazo, maternidad y paternidad no planificadas, infecciones de transmisión sexual o violencia. También en esta etapa fortalecemos nuestro proyecto de vida y queremos avanzar: estudiamos, trabajamos y proyectamos nuestra independencia económica.
Durante la juventud se debe continuar favoreciendo la comunicación y la relación afectiva con chicas y chicos. Es positivo estar atento a sus decisiones, valores, habilidades y metas, para apoyarlo en el momento oportuno. La asertividad sigue siendo la clave para motivar decisiones responsables y de beneficios para ellos.
SEXUALIDAD EN LA EDAD ADULTA: 31 a 64 años
En la edad adulta buscamos la estabilidad económica y el desarrollo de nuestra vida en general. Las relaciones con nuestra familia, pareja y amistades son más positivas. La decisión sobre la maternidad y la paternidad suelen ser más objetivas y responsables. Lo que buscamos a esta edad es sentirnos plenos en el aspecto personal, social y sexual. Algunas personas pueden sentir culpa y ser inestables, en especial si no tuvieron una sexualidad sana durante las etapas anteriores. Alrededor de los 50 años, las mujeres viven la menopausia, que puede producir cansancio y malestar físico; mientras los hombres experimentan la andropausia, que puede disminuir el interés sexual y dar inestabilidad emocional. Pero, en general, hombres y mujeres continuamos disfrutando de nuestra vida y sexualidad.
SEXUALIDAD EN LA EDAD ADULTA TARDÍA: 65 años en adelante
La sexualidad seguirá presente después de nuestros 65 años. Para quienes viven en pareja puede implicar un reencuentro o una separación o un redescubrimiento. Para quienes están separados o solteros puede implicar la búsqueda de una pareja o confirmar su decisión de vivir solos. Algunas personas reduciremos nuestro ritmo de trabajo y buscaremos más tiempo libre. Podremos seguir disfrutando de la ternura, el amor y el placer, manteniéndonos sexualmente activos. A esta edad continuamos teniendo intereses diversos, requerimos de privacidad y de disfrutar de nuestra intimidad.
En conclusión, la sexualidad es natural y no es específica de una etapa del ciclo de vida. La sexualidad la experimentamos a lo largo de nuestras vidas y se integra a todo lo que somos, por eso es importante aprenderla a vivir plenamente y con responsabilidad desde la infancia.